Las empresas familiares representan una parte vital del tejido económico global, y su supervivencia y crecimiento a largo plazo dependen, en gran medida, de la capacidad de adaptación de sus líderes. En aquellas con una estrategia clara de internacionalización y expansión, el papel del Director General (CEO) adquiere una dimensión estratégica que va mucho más allá de la gestión operativa tradicional. Este artículo explora las funciones, competencias y habilidades clave de un buen CEO en una empresa familiar con visión global, y cómo preparar un relevo generacional que garantice la continuidad y el éxito del proyecto empresarial.

El Director General es la figura clave y  debe ser  el pilar estratégico de la expansión internacional, por ello deberíamos explorar y determinar cuáles son las funciones, competencias y habilidades clave en una empresa familiar con visión global, y cómo preparar un relevo generacional que garantice la continuidad y el éxito del proyecto empresarial.

En una empresa familiar en pleno proceso de internacionalización, el CEO no solo debe ser un gestor eficiente, sino también un visionario capaz de liderar un proceso complejo de transformación. Sus funciones se extienden desde la formulación y ejecución de la estrategia global, hasta el equilibrio entre las dinámicas familiares y empresariales.

Las Funciones clave del CEO en este contexto deberían ser las siguientes:

• Diseño e implementación de la estrategia internacional, identificando mercados clave y gestionando los riesgos del proceso de expansión.
• Construcción de una cultura organizacional global, respetando la identidad familiar, pero alineada con estándares internacionales.
• Liderazgo de la innovación y transformación digital, para competir en mercados diversos y altamente dinámicos.
• Representación institucional, consolidando relaciones con socios estratégicos, inversores y stakeholders en diferentes geografías.
• Gestión del talento global, impulsando estructuras ágiles, equipos multiculturales y líderes locales alineados con la visión de la empresa.

Competencias y Habilidades Esenciales

El perfil del CEO ideal para este tipo de empresa debe conjugar solidez técnica, visión estratégica y un fuerte componente humano. Entre las competencias más relevantes destacan:

• Pensamiento estratégico global, con la capacidad de anticiparse a tendencias, normativas y dinámicas competitivas en distintos mercados.
• Adaptabilidad cultural y sensibilidad internacional, fundamentales para operar en entornos diversos y liderar equipos multiculturales.
• Comunicación y liderazgo transformacional, para movilizar a la organización hacia una visión compartida, generando compromiso y confianza.
• Negociación y gestión de alianzas internacionales, clave para establecer redes de colaboración en mercados objetivos.
• Gestión emocional y ética, especialmente importante en empresas familiares donde las decisiones empresariales impactan también en lo personal.

El Relevo Generacional

Uno de los retos más sensibles y estratégicos en las empresas familiares es garantizar una transición ordenada y exitosa del liderazgo, y preparar hoy al líder del mañana. Cuando además se navega un proceso de expansión internacional, esta transición se vuelve aún más crítica, y podríamos señalar algunos elementos clave para que esa transición y relevo sea exitoso:

1. Planificación anticipada: Definir un plan formal de sucesión con al menos 5 años de antelación, que contemple formación, mentoring y pruebas reales de liderazgo para los candidatos sucesores.
2. Profesionalización del proceso: Involucrar al consejo de administración, asesores externos y directivos clave para evaluar objetivamente las capacidades del futuro CEO, sean o no miembros de la familia.
3. Formación internacional del sucesor: Asegurar que el futuro líder tenga experiencias globales, tanto académicas como laborales, que le permitan comprender y gestionar los retos del entorno internacional.
4. Transparencia y comunicación interna: Mantener informados a los equipos clave sobre el proceso de sucesión y evitar incertidumbre que pueda afectar la moral o el desempeño organizacional.
5. Integración progresiva: Permitir al sucesor integrarse gradualmente en la toma de decisiones estratégicas, promoviendo un traspaso de liderazgo que sea progresivo, consensuado y sin rupturas.

Con todo ello, podríamos concluir afirmado que la figura del Director General en una empresa familiar con ambiciones internacionales es mucho más que un gestor de resultados: es el arquitecto del crecimiento global, el embajador de la cultura empresarial y el garante de la continuidad generacional. Alinear competencias, cultura y estrategia con una mirada de largo plazo y un enfoque profesional es indispensable para construir una organización sostenible, competitiva y con legado.