19/11/2019
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Todo el mundo habla ahora de agilidad, es un término de moda, pero en el nuevo mundo del trabajo, ¿qué significa realmente agilidad y por qué se ha convertido en un concepto tan popular?
Vivimos en un entorno empresarial constantemente sacudido por la disrupción, ya sea política, económica, digital u organizativa y para hacer frente a esta disrupción continua, las organizaciones y las personas no solo deben adaptarse al cambio, sino hacerse responsables para impulsar ese cambio, para tener éxito. Agilidad es la habilidad para trabajar con visión, flexibilidad y confianza para responder a entornos desafiantes y de cambio, pero en un entorno empresarial, el término realmente depende del contexto. Por ejemplo, piensa en la agilidad de tu organización: ¿Cómo responden tus equipos al cambio? ¿Tu entorno o cultura tiene un impacto en la agilidad? ¿Se resuelven y superan realmente los desafíos inesperados?
Cuando la mayoría de la gente piensa en agilidad, piensan en sistemas, procesos y estructuras, pero la agilidad, en su esencia, tiene una dimensión humana que tiene lugar a nivel individual y cultural.
Estas son algunas de las diferentes perspectivas de agilidad en el lugar de trabajo de hoy en día:
¿Qué influye en la agilidad organizativa?
En el siglo XX, hubo un aspecto fundamental para el éxito de una organización: la estructura. La combinación de una estructura organizativa cuidadosamente planificada y bien ejecutada con procesos y procedimientos similares a una máquina fue considerada la receta definitiva para el éxito. Pensemos en la industria de la automoción, que experimentó un rápido crecimiento al redefinir de forma continua sus procesos internos para reducir el tiempo y los costes de producción.
Sin embargo, en nuestra era moderna, la estructura y los procesos actúan más a menudo como obstáculos para el éxito que como catalizadores; las organizaciones de hoy en día deben ser capaces de reaccionar rápidamente para hacer frente a nuevos desafíos y oportunidades.
A diferencia de sus equivalentes más tradicionales, las organizaciones ágiles rinden mejor bajo presión. En su estrategia, comparten el mismo propósito. En su estructura, tienen una sólida red de equipos que están capacitados para actuar. En sus procesos, permiten la toma rápida de decisiones y aplican un enfoque de “fracasar rápido, aprender más rápido”. Sus equipos son dinámicos, tienen pasión y están comprometidos con la innovación.
Según nuestra última encuesta global de talento, el 86% de las organizaciones cree que la agilidad es crucial para el éxito empresarial, y el 57% de las organizaciones se esfuerza por identificar e incorporar talento ágil.
¿Qué es el trabajo ágil?
Para fomentar un enfoque de trabajo más ágil, un número creciente de organizaciones está reconsiderando sus procesos, estructura y entornos físicos actuales para generar un cambio de actitud.
Por ejemplo, muchas organizaciones están invirtiendo en espacios físicos que les permitan a sus empleados trabajar de una manera más ágil, desde la creación de oficinas abiertas con una variedad de diferentes espacios de trabajo para promover la colaboración y el flujo libre de información, hasta invertir en la tecnología adecuada que haga que las personas puedan trabajar de forma flexible o remota.
Si bien tu entorno de trabajo puede fomentar la agilidad, cabe señalar que el trabajo ágil en su más estricto sentido tiene lugar a nivel cultural, cuando tu gente tiene capacidad para tomar el control y posee la mentalidad correcta para poner en práctica ese poder. Esto significa que ya no quedan encasillados según sus funciones o responsabilidades tienen la oportunidad de trabajar en equipos para ver cómo sus ideas y trabajo se materializan al adoptar un enfoque carpe diem. ¿Qué está haciendo tu organización para facilitar que tus equipos se hagan responsables? Depende de los líderes de la organización apoyar el pensamiento ágil a través de coaching y oportunidades de desarrollo y guiar a los equipos en la dirección correcta.
Pero este cambio de pensamiento y actitud requiere un cambio en tu cultura. Tu organización necesita celebrar el éxito y recompensar los resultados frente a métricas superficiales como el tiempo que uno pasa en la oficina. Y tus empleados necesitan sentirse lo suficientemente seguros como para cometer errores y aprender de ellos. Lo más importante es que estos líderes y personas influyentes dentro de la organización deben promover, alentar y “vivir” estas nuevas conductas.
¿Cómo puedes encontrar empleados ágiles?
Al rediseñar tus procesos existentes, crear una estructura de equipo más colaborativa e invertir en nuevas tecnologías puede favorecer una mayor agilidad; para crear una plantilla ágil, necesitas claramente que tu gente sea ágil.
Entonces, ¿qué es la agilidad personal? El equipo de consultores de Morgan Philips define la agilidad como “la habilidad para trabajar con visión, flexibilidad y confianza para responder a entornos desafiantes y de cambio”.
La agilidad da forma a nuestro enfoque y determina nuestro éxito en el mundo empresarial. Por tanto, las organizaciones que deseen formar una plantilla ágil necesitan poner la agilidad en el centro de sus estrategias de selección y desarrollo.
Teniendo en cuenta el nuevo mundo del trabajo de hoy en día y la necesidad de progresar en entornos dinámicos, nuestro equipo ha desarrollado un marco de conductas que se centra en la agilidad. Esto significa que pronto seremos capaces de medir la percepción individual, el rendimiento personal y la apertura al aprendizaje y proporcionar información única sobre los factores de agilidad que puedan mejorar o inhibir el rendimiento de una persona. Y al evaluar cómo las personas perciben el mundo empresarial y cómo se comportan como respuesta a ese pensamiento, podemos evaluar mejor el ritmo al que una persona alcanzará su potencial. Nuestros consultores especializados en talento también han diseñado una oferta de coaching centrada en la agilidad para ayudar a maximizar el tiempo que tarda una persona en alcanzar su potencial.
Si bien existen muchas perspectivas diferentes sobre la definición y la aplicación de la agilidad, hay una cosa que es cierta: las organizaciones necesitan talento ágil para hacer frente a los desafíos que se plantean en el nuevo mundo del trabajo de hoy en día. Por tanto, es fundamental identificar, desarrollar y aprovechar tanto a personas como a equipos que dispongan de los aspectos principales necesarios para un rendimiento ágil.
Para más información puedes consultar nuestro informe ejecutivo “Agilidad: Liberar el potencial de personas y equipos”