La pandemia del coronavirus ha transformado literalmente nuestras vidas. Pero en lugar de permanecer pasivos ante el cambio, podemos ser protagonistas de nuestro desarrollo y crecimiento, convirtiéndonos nosotros mismos en los principales responsables.

Al principio de la pandemia, cuando muchos de nosotros tuvimos que quedarnos en casa para detener la propagación del coronavirus, destacaron dos reacciones:

• Algunas personas aceptaron la situación y la convirtieron en una oportunidad, pensando, "¿por qué no usar este tiempo para hacer algo que siempre he querido hacer?" - ya sea limpiando armarios, eligiendo un proyecto de renovación o aprendiendo un nuevo idioma.
• El resto de nosotros de la gente no tenía esos planes de convertirse en una persona diferente.

Sin embargo, no podemos evitar crecer y cambiar como resultado de este tiempo extraordinario que hemos tenido. De hecho, en lugar de esperar podemos comprometernos con nuestra propia transformación.

Es posible que alguno de nosotros haga cambios menores pero significativos en sus vidas. Otros se esforzarán por una "reinvención" más amplia. Desde luego, no hay una sola manera de hacer el cambio; lo importante es estar dispuesto a hacerlo y continuar avanzando a pesar de las dificultades que encontremos.

Hay algunas técnicas que pueden ayudarnos en ese viaje:

Revisa tus objetivos.

No soy una gran fan de los propósitos de año nuevo, no porque no creo que sean útiles, sino porque no creo que debamos limitarnos a reevaluar la trayectoria de nuestras vidas sólo una sola vez al año. ¿Por qué no lo haces ahora? Piensa en este momento como una oportunidad perfecta para revisar lo que quieres lograr y quién quieres ser.

Estamos experimentando algo que nunca antes habíamos experimentado, y esto nos brinda la oportunidad de ver nuestras vidas desde una perspectiva diferente. ¿Tus metas personales siguen teniendo sentido? ¿Concuerdan con tus valores? ¿Han cambiado tus prioridades?

Una vez respondas a estas preguntas te darás cuenta de que es posible que necesites cambiar algún aspecto de tu vida. ¿Qué pasaría si tomaras ahora la decisión en lugar de esperar al próximo mes?

Reflexiona en lo que ha sucedido este año:

¿Qué has aprendido?¿Qué te ha preocupado? ¿Te desconectaste durante el confinamiento? ¿Tenías ganas de un estilo de vida más productivo cuando pasabas la mayor parte del tiempo en casa?

Pensar en todo aquello que no funciona como te hubiera gustado es una gran forma de ayudarte a decidir lo que quieres mejorar en tu futuro.

Antes de la pandemia, quizás te pasabas el día corriendo. en modo automático y preocupado por pequeñas cosas del día a día. Esta experiencia ha hecho a muchas personas darse cuenta de que deben aprovechar cada momento y vivirlo con plena atención, porque este tiempo no lo podremos recuperar. 

 Usa tus propias emociones para impulsar el cambio.

Tus emociones te dan mucha información. Durante este período, ya sea por el Covid 19 o por los problemas económicos o cualquier otra circunstancia, ¿cuáles han sido tus altibajos a nivel emocional? ¿Qué has aprendido de ello?

Observar nuestras emociones nos ayuda a darnos cuenta de la importancia de  encontrar felicidad en los momentos cotidianos.

Reconoce tu capacidad para cambiar las cosas.

Incluso los cambios más personales que hacemos pueden tener un poderoso impacto en las organizaciones y en la sociedad en su conjunto. Piensa en el impacto colectivo que podríamos conseguir si todos hacemos un pequeño cambio positivo y lo propagamos por todo el mundo. Si todos decidiéramos viajar menos por trabajo, el impacto que esto podría tener en el medio ambiente sería inmenso. O si cada uno de nosotros se comprometiera a ser voluntario en una organización con la que nunca ha trabajado antes, o si nos comprometiéramos a aprender más sobre el racismo y cómo podemos combatirlo, los resultados podrían ser extraordinarios. En pocas palabras, cuando hacemos un cambio positivo en nuestras vidas individuales, todos se benefician.

Berta Ruiz, senior Consultant Morgan Philips Talent Consulting.

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