10/03/2025
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De un tiempo a esta parte, hasta Ángel Martin en su ya tristemente cerrado informativo diario, nos hablaba del precio del megavatio hora. Y es que la crisis de suministros derivada del recrudecimiento de la guerra en Ucrania, a inicios de 2022, nos ha afectado de lleno a todos; especialmente si tenemos en cuenta el gran incremento de la dependencia eléctrica que hemos experimentado como sociedad en los últimos 20 años por causa principalmente de la digitalización y de la irrupción en nuestras vidas de los smartphones, la nube y las redes sociales.
Así, desde el lanzamiento de Facebook (2004), iPhone (2007) o el SO Android (2008) o los de AWS (2006) o Azure (2010), el uso de la tecnología es imprescindible hoy, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Por suerte, el avance de esta misma tecnología, concretamente el sector energético, de la mano de la regulación y de los acuerdos globales hacia la sostenibilidad como el Pacto de París, han dado lugar a un escenario de colaboración público-privada que en pocos sectores genera tantas sinergias y dinamismo empresarial.
Con este tablero, ha cobrado gran importancia un tipo de contrato de compra, probablemente ajeno al gran público, que se conoce como PPA por sus siglas en inglés (Power Purchase Agreement). Simplificándolo mucho, este tipo de acuerdos a largo plazo, otorgan gran ventaja a las partes involucradas, por ser como una suerte de “hipoteca fija o mixta” sobre la energía; ya que permite acotar, de alguna manera, el rango de precios para controlar algo la incertidumbre de un valor tan volátil y estratégico; garantizando también incluso el origen de la misma en cuanto a la tecnología renovable utilizada para obtenerla (solar fotovoltaica, eólica) o su procedencia geográfica. Estos puntos son claves y fundamentales, más teniendo en cuenta la convulsa situación geopolítica actual.
En este contexto podemos entender cómo, los profesionales con experiencia en negociación de PPAs, son altamente valorados por las compañías del sector energético, ya que con su conocimiento son capaces de aportar una información vital a la hora de tomar buenas decisiones de compraventa en un mercado hiper competitivo en el que la agilidad y la rapidez se antojan como variables irrenunciables para alcanzar estos grandes acuerdos que, paradójicamente, suelen tardar meses en firmarse. Entre otras razones, esos plazos dilatados, se deben a que resulta crucial que estén al día de las distintas normativas aplicables, ya que una parte fundamental de su trabajo es conocer y actualizarse continuamente sobre la parte legal. En un entorno globalizado y en constante evolución, donde las reglas del juego cambian con rapidez, esto puede tener un impacto directo en las operaciones y estrategias.
Además, Estos perfiles deben tener unas competencias profesionales específicas más allá de su background técnico, que se tornan, como mínimo, igual de importantes que los requerimientos más “hard” de su puesto. La negociación internacional en entornos cambiantes, la toma de decisiones bajo presión, la autonomía, la proactividad o la responsabilidad, se vuelven prácticamente imprescindibles para “adelantarse” al OK del departamento de riesgos o del abogado con los que conviven habitualmente, pero sobre todo a los competidores.
Para cerrar el círculo, como en casi todo, los pioneros son las Big Tech americanas que, aprovechando la ventaja competitiva que les da ser grandes consumidores de energía, además de su posición de dominancia en sus respectivos “cores” de negocio, se están apresurando a cerrar este tipo de contratos para optimizar el coste energético futuro de sus Data Centers que son cada vez más numerosos, de mayor tamaño, más eficientes desde el punto de vista de su consumo y más dispersos geográficamente para cumplir con la normativa de protección de datos.
En el equipo Industria y Operaciones de Morgan Philips, aportamos una sólida experiencia en la selección de perfiles estratégicos en la industria de la energía renovable tanto en la identificación, como en atracción y evaluación del talento más adecuado para superar los actuales retos de este sector tan competitivo y crucial.